TUBO DE LUZ

El Tubo de Luz es de esencia Lumínica Divina que no se ve en el mundo físico. Este tubo une el medio mediante el cual nuestros vehículos inferiores: físico, etérico, mental y emocional, al Yo Superior y a la presencia YO SOY. Este tubo de luz permanece en la dimensión espiritual, por esa razón no es visible ante nuestros ojos.

La sustancia que compone al tubo de luz responde a nuestros pensamientos, ya que es energía pura en sí mismo. Si se sostienen sentimientos positivos todos los días, entonces todos los días se hace fuerte, invencible y poderoso. No hay nada discordante que le pueda atravesar. Es impenetrable y totalmente flexible. En nuestras prácticas diarias de meditación, debemos visualizar un tubo de luz blanquísima que sale de nuestra coronilla y se dirige hasta nuestra presencia divina en quinta dimensión.

Veámoslo con una radiación intensa, como cuando nos alumbra el sol, veámoslo crecer y expandirse hasta de unos cinco metros de diámetro, y un metro de espesor, esto se hace las primeras veces, luego, pasado un tiempo, la mente ya lo ubica así de forma automática.

Ésta práctica sirve para reforzarlo y aumentar nuestra protección.

Por el tubo de luz descienden hacia cada uno de nosotros, archivos de información divina que percibimos a veces como ideas revolucionarias para nuestro nivel de conciencia. Por medio del tubo de luz, recibimos los datos de la red planetaria a la que todos estamos conectados de forma inconsciente, es por eso que cuando deseemos saber algo, solo debemos solicitarlo a nuestro YO Superior y relajarnos para que la energía pueda entrar libremente. El canal receptor, es decir tú, recibirás la luz y la verdad tan clara y tan pura como se encuentre tu tubo de luz, ya que si en él hay obstrucciones emocionales y mentales, no podrás establecer una comunicación fluida.